Muchos estadounidenses tienen sobrepeso. Donald Trump tiene sobrepeso.
Muchos estadounidenses son descarados, agresivos y, a menudo, groseros. Donald Trump, ídem.
Muchos estadounidenses adoran la riqueza. ‘El Donald’ es rico.
Muchos estadounidenses encuentran atractivo a Donald Trump, porque parece ser el estadounidense por excelencia.
Muchos estadounidenses son tolerantes y aceptan a personas con diferentes atributos, religiones o culturas.
Muchos estadounidenses son educados.
Muchos estadounidenses podrían preocuparse menos por sus riquezas.
El estadounidense por excelencia debe creer en la igualdad de derechos para todos, la tolerancia religiosa y racial, y en el Sueño Americano de Rags-to-Riches, no en la preservación de los imperios de riqueza heredados.
El próximo año, veremos qué visión de América es elegida por los estadounidenses.