Familiarízate con el idioma. No hablamos como lo hicieron hace 500 años cuando Tyndale escribió la mayor parte de la KJV. Así que familiarízate con el idioma. Aprende quiasmo que te ayudará a escribir en verso.
Como lo muestra la Canción de Salomón, no es necesario tener nada profético sobre el que escribir para que algo parezca “Bíblico”.