No es para nada malo comprar cosas caras, si se lo puede permitir. Es un privilegio que tienes y debes disfrutarlo al máximo. No hay mucha gente que pueda comprar cosas caras y, si puede, debería disfrutar haciéndolo.
¿De qué sirve el dinero si no puedes usarlo contigo mismo? Compra cosas caras y úsalas, la vida está destinada a disfrutar.