El contacto visual es clave al igual que el lenguaje corporal. A veces las personas recrean sus historias hasta el punto en que esto se convierte en su realidad, por lo que es más difícil de leer.
Mi consejo es aceptar a las personas a su valor nominal y ver cómo reaccionan ante el mundo que las rodea. Cómo responden ahora a su entorno es más revelador que cualquier historia.