En general, hay dos razones posibles para no poder abandonar experiencias pasadas:
- La experiencia provocó sentimientos en usted que usted considera inaceptables (por ejemplo, agresión, rabia, ira, autocompasión, sentirse impotente, etc.), por lo que no los reconoció ni los alejó de usted. Esto conduce a la supresión y la ‘fermentación’.
- Se desencadenó el dolor de edad. La experiencia podría parecerse a las pasadas, que no se resolvieron, y ahora estas experiencias pasadas requieren atención a través de su experiencia reciente.