Es posible que provengan de la misma fuente de genes, pero no necesariamente. Desde que se creó Internet, las personas han comenzado a notar que hay personas que se parecen a ellas. A veces estos se llaman “doppelgangers”. Algunos de ellos se han contactado e incluso se han reunido. Dos mujeres en esta historia encontraron que tenían algunas similitudes genéticas pero no el 100%.
Cómo mi Doppelgänger usó Internet para encontrarme y hacerme amigo de mí