¿Cómo es posible que una persona razonable se vuelva ilógica cuando juega?

La respuesta corta es la sobrecarga sensorial y la descarga de adrenalina desde los altos y bajos de tomar “oportunidad”.

Hay ciertos químicos en el centro de recompensa del cerebro que se encienden durante el juego, algunos están más afectados que otros.

Además, la salida de otros jugadores, el ambiente de fiesta, la música y las luces, las máquinas tragamonedas sonando; todos están diseñados para aumentar los sentidos. El casino está diseñado para relajarte y ayudarte a perder inhibiciones.

En mi experiencia como distribuidor, es interesante observar cómo los jugadores cambian poco después de que acuden a una mesa para jugar. Muchos comienzan tímidos, tranquilos y enfocados seriamente en el juego. Otros son bulliciosos y desagradables demandando atención. Ganar o perder la mayoría de las veces las personalidades cambian en cuestión de minutos. Si la pérdida continua cobra un peaje, si gana constantemente, esto también puede afectar la toma de decisiones, y la montaña rusa sube y baja hasta los químicos que iluminan el centro de recompensas. Todo esto puede muchas veces (la mayoría de las veces) contribuir a comportamientos y reacciones muy ilógicos a la tarea en cuestión.

El juego se ha convertido en uno de los pasatiempos principalmente populares para las personas de hoy. Ya sea apostando en su equipo de fútbol favorito, jugando a la máquina tragamonedas en un casino local o presionando el gatillo en una peligrosa ronda de ruleta rusa, el juego nunca parece perder su atractivo. Es fácil comprender por qué las personas deciden apostar: ¿quién no querría ganar unos dólares extra sin tener que sudar? Incluso podríamos explicar por qué una persona que ya ha ganado el premio mayor decide jugar nuevamente; Es probable que esté montando en un lugar alto y, obviamente, tiene unos cuantos dólares adicionales de sobra.

Cinco razones principales se explican a continuación.

1. Refuerzo parcial.

2. Disponibilidad heurística.

3. Falacia del jugador

4. Ilusión de control.

5. Aversión a la pérdida.

Es como cuando alguien está borracho, no puede controlar sus emociones. Un amigo mío es un hombre inteligente y muy lógico con sus comportamientos, pero una vez que está jugando Blackjack se convierte en un idiota sin sentido de la lógica, arriesga mucho dinero constantemente mano tras mano esperando superar la ventaja de la casa.