Si la variedad es la sal de la vida, ¿por qué las personas tienen tanto miedo al cambio?

La introducción del cambio a menudo resulta en disturbios en la vida.

Por ejemplo, cuando su departamento se traslada a una nueva oficina a través de la ciudad, puede significar que tiene que cambiar hábitos como levantarse diez minutos antes, tomar una nueva ruta, buscar nuevos espacios de estacionamiento, desarrollar una nueva rutina y así sucesivamente.

Cada vez que sales a comer, ¿intentas un restaurante diferente? Probablemente no. Si usted es como la mayoría de las personas, encontrará un par de lugares a los que le gustaría regresar a ellos regularmente.

Las investigaciones revelan que, en situaciones de combate, los soldados a menudo luchan contra la tendencia a entablar amistad con otros miembros de su pelotón, ya que uno muere o está herido, los efectos en el grupo pueden ser desastrosos. Así, cuando se desarrollan las relaciones sociales, las personas intentan mantenerlas y luchar contra el desplazamiento social al resistirse al cambio.

Entonces, como seres humanos, somos criaturas de la costumbre. Para hacer frente a las complejidades de la vida, dependemos de hábitos o respuestas programadas. Pero cuando nos enfrentamos al cambio, esta tendencia a responder en nuestro camino se convierte en una fuente de resistencia al cambio.

Tome un ejemplo cuando vaya al restaurante; hay muchas variedades de alimentos disponibles, pero la mayoría de nosotros nos apegamos a los alimentos probados y antiguos porque no queremos desperdiciar nuestro dinero en nada.

Es una tendencia humana que no queremos tomar decisiones difíciles, y los riesgos y cambios requieren decisiones difíciles.