El orgullo cívico es tener un sentido de logro basado en su gobierno o las acciones de su país. Un gran ejemplo sería el orgullo estadounidense de poner a un hombre en la luna. Fue una hazaña que fue mucho mayor que el pequeño grupo de personas que realmente estaban presentes en la Luna: implicó una inversión nacional, gastos a nivel gubernamental y coordinación, y fue un gran avance tecnológico.
Cuando pienso en el orgullo cívico, tiendo a pensar en las generaciones mayores: las personas, por ejemplo, que tienen postes de bandera personales, aprenden las reglas adecuadas de volar una bandera, acuden a los servicios y celebraciones del país. También pienso en manifestantes que creen lo suficiente en el país para luchar por cosas mejores. Martin Luther King, Jr. tenía mucho orgullo cívico.
Cuando te encuentras con personas que te inspiran (de manera grande o pequeña) para hacer las cosas mejor, porque podemos hacerlo mejor por el resto del país, entonces has conocido a alguien con orgullo cívico.
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