Eso depende del tema sobre el que está expresando su opinión y si usted es un experto (o tiene experiencia de primera mano) sobre ese tema.
En segundo lugar, depende de si ofrece su opinión de manera objetiva, reflexiva y justa.
Finalmente, depende de la receptividad del oyente. Nunca olvides que la comunicación es una calle de doble sentido. Además, recuerde que el propósito de su comunicación debe ser recibido. No pierda el aliento hablando con tierra rocosa (la analogía es que desea un terreno fértil para la semilla de su comunicación). La mejor manera de “preparar” el terreno de su comunicación es entender el contexto de las otras personas. Comience desde donde están y luego vea si puede guiarlos a su posición.
¡Los mejores deseos!