La ciencia ya respondió a esta pregunta encontrando estadísticamente que las características físicas más groseras que un rostro humano puede obtener. Por ejemplo, una nariz grande y enganchada es la primera que es fácil de odiar, sin importar cuán maravillosa sea la persona detrás de ella.
También mencionaría los dientes irregulares y descoloridos, la frente corta, la cabeza morena y rizada.