Viví en mi residencia universitaria durante 2 años antes de que mi familia se mudara a la ciudad en la que está mi universidad. La vida en el dormitorio me dio la vida que nunca tuve. Me hizo independiente, capaz de tomar cualquier decisión y, lo que es más importante, me dio confianza en mí mismo, algo que he estado perdiendo desde que volví a vivir con mi familia biológica. Son insoportablemente tóxicos. Estoy agotado y agotado de la constante socavación y el juicio. Me dan ganas de suicidarme, desatando a todos mis demonios. Anhelo por mi familia de dormitorio. Estar con ellos me enseñó que la familia real no tiene nada que ver con la sangre.
Si tu amigo tiene la mala suerte de tener una familia como la mía, es totalmente comprensible por qué prefiere el dormitorio. Para poder vivir la vida no puede en casa. Y para tu información, una persona suicida puede actuar de manera normal, sin mostrar nada inusual. El abuso es algo que las víctimas usualmente evitan hablar. Trae toda la atención no deseada siguiendo la pena.
Espero sinceramente que su amigo tenga otras razones y no esté enfrentando tal cosa.
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