Es el camino de menor resistencia para atacar a una persona en oposición a sus puntos de vista. En ese momento, quienquiera que haya empezado a hacerlo “personal” debería llamarse el perdedor. También existen otras tácticas, como la iluminación de gas, el cambio de tema y la duplicación para poner en tela de juicio la credibilidad de un punto, pero el camino de menor resistencia es el juramento y el insultos.
Tampoco importa el argumento. Puede ser político, moral o simplemente una discusión sobre un equipo deportivo favorito o un programa de televisión.