Porque tenemos miedo. El miedo a ser alienado, no aceptado y burlado es muy real. Queremos ser queridos, amados y ser nuestro auténtico ser es un gran riesgo. Así que ponemos una fachada y tratamos de convencernos de que somos felices. Pero la verdad es que nos está matando lentamente, y ni siquiera las alegrías temporales del mundo pueden mejorarlo.
Entonces, ¿qué podemos hacer para escapar del océano de la igualdad? Bueno, camina para ser tú y nadie más. Acepta que tu ADN es diferente y muestra tu personalidad. Aquellos que realmente te respetan y se preocupan por ti te apoyarán. Es hora de que saquemos el maquillaje de payaso y presentemos nuestro ser único y adorable al mundo. 🙂