Aprenda a establecer límites de sonido, deje de ser el mayordomo, terapeuta, complaciente de la gente y esté disponible (si corresponde) aprenda a definir sus necesidades e informe a sus amigos.
El motor para cada relación exitosa es el respeto y esto se logra (entre ellos) teniendo límites. Si crees que debes complacer a los demás para que cumplan con tus necesidades, diría que es una especie de “manipulación”.
Cualquier persona debe darse a sí misma para que pueda dar a los demás, aprender a ponerse primero sin pensar egoístamente. Las mujeres que buscan la masculinidad en un hombre esperan algún establecimiento de metas, autoconservación, independencia de usted. Hay una diferencia en ser amable y un sirviente.