Uno, podrías fingir que no te importa.
Dos, realmente no me importa. Porque los que están destinados a ser siempre te atraparán. Aquellos que no te entienden, no entienden cuán buena persona eres, son sus pérdidas, no las tuyas. Así que deja de preocuparte por eso y abraza tu singularidad, ¡las personas adecuadas vendrán a por ti!