No es una pregunta fácil. Creo que la noción de hacer algo bien o mal solo se aplica cuando alguien tiene una opción libre y un sentido claro de lo que es correcto contra lo que está mal.
Y por defecto tampoco tenemos ninguno. Nacemos con una naturaleza instintivamente egoísta, justificada y egoísta combinada con una percepción subjetiva de la realidad.
En lugar de “bueno contra malo”, medimos todo según lo que es “dulce contra amargo” desde el punto de vista egoísta y subjetivo. Y de manera automática, instintivamente, vamos hacia el “dulce” cada vez.
Para conocer “lo bueno contra lo amargo” y adquirir la libre elección entre ellos, primero debemos superar nuestra naturaleza inherente y nuestra percepción subjetiva e introvertida. Como lo expresaron los sabios, debemos pasar de los cálculos “dulce contra amargo” a los de “verdad frente a falsedad”.
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