Identidad e intención. ¿Te conozco? ¿Eres local? ¿Cómo local? ¿Cuáles son tus intenciones? ¿Eres miembro de mi grupo? ¿Eres atractiva? ¿Eres alguien con quien necesito hablar …?
Pregunta rápida: ¿Qué te pones cuando sales de tu casa?
Apuesto a que usas, cómo lo llevas, cuál es tu peinado, cómo llevas ese peinado, cómo proteges (o no) algo que llevas en tus manos, todo me dice algo sobre ti; algo que quieres que la gente sepa, así como algo que intentas esconder sobre ti mismo.
Nos guste o no, los estereotipos suelen ser buenos atajos para determinar si se puede confiar en alguien o si tiene un sentido del humor o una actitud personal que encaja bien con la persona que lee la apariencia de otra persona.
Los estereotipos también son herramientas bastante inútiles a menos que sepa los “tipos” estándar que se encuentran en el área / región / localidad: el contexto lo es todo.
La apariencia es tan importante para nosotros que cuando hablamos con las personas por teléfono, el cerebro intenta visualizarlas y ubicarlas en contexto. Lo mismo cuando leemos libros y tratamos de imaginar a los personajes. El cerebro quiere saber cómo relacionarse con las personas con las que hablamos, cómo entenderlas y cómo establecer una buena relación.
No hay nada malo en valorar a las personas por su apariencia. Perfectamente normal y humano.
Los problemas ocurren, A, cuando esperamos que todos los demás cambien su percepción de un estereotipo que se adapte a nosotros, y, B, cuando las personas no modifican sus estereotipos percibidos / recibidos a medida que el entorno y la moda cambian. ‘A’ es peligroso porque es como decir “Quiero vestirme y comportarme como un león y no me importa cuánta gente muera y se la coman los leones reales que se parecen a mí”; y ‘B’ es malo (aunque seguro) porque significa que muchas personas no tienen la oportunidad de brillar como quienes quieren ser identificados.
No esperes que el mundo cambie su visión de ti si no estás dispuesto a comprometer la forma en que te presentas ante el mundo.
La apariencia es todo lo que tenemos que seguir hasta que conozcamos mejor al individuo.