Mi habilidad para parecer tranquila.
Utilizo el término ‘aparecer’, ya que no siempre me siento tan tranquilo como ellos experimentan mi ser.
Por ejemplo; el año pasado estaba completando una capacitación como ‘terapeuta asistido equino’, y tenía que realizar, bajo supervisión con uno de los capacitadores, 15 horas de terapia con pacientes.
La primera mañana, había organizado la asistencia de 3 pacientes, pero tuve que esperar media hora para llevar a uno que llegó tarde: 1st Stress.
Luego, al llegar, me enfrenté al hecho de que, a diferencia de la mayoría de los otros estudiantes, nunca había tenido un paciente, solo, por lo que esta fue la primera vez que tuve que llevar al paciente para obtener el caballo, explicar sobre seguridad y Seguridad y llevarlos a la sala de equitación para preparar el caballo.
Al mismo tiempo, tuve que mantener conciencia del segundo paciente que había traído conmigo.
Además, al mismo tiempo, como esta sesión tenía que grabarse, tuve que configurar el video y una grabadora de voz por separado (ya que esta era también una sesión de hipnosis, mi voz era muy importante para grabarla con claridad).
Luego tuve que grabar una mini entrevista con el primer paciente para “establecer la escena” y para aclarar el sentido de esa sesión.
Desde allí puse al paciente en mi caballo y comencé la sesión de hipnosis a caballo, algo que era tan nuevo para mí como para el paciente.
Luego tuve que dirigir simultáneamente al caballo en un círculo, ser consciente de permanecer ‘en el tiro’ de la cámara y dirigir la sesión de hipnosis. Al mismo tiempo, tuve que estar muy atento a la hora, ya que tenía que atender a 3 pacientes y el supervisor solo había reservado durante 3 horas, incluido un tiempo para darme su opinión.
¡Todo bajo la atenta mirada de un terapeuta y supervisor profesional!
¿Y la retroalimentación?
Estaba impresionada de que pudiera hablar durante 20 minutos, sin parar, (la inducción hipnótica), y que muy tranquila estaba todo el tiempo.