La coyuntura de lo externo y lo interno.
Puede ayudar pensar qué está sucediendo con la intuición. Una naturaleza emocional sensible es aquella que responde a muchas energías del mundo de las personas y las cosas. Estas cosas nos llegan desde fuera de nosotros mismos. En contraste, la intuición viene de lo más profundo de nosotros mismos. Para que nos demos cuenta de ello, la intuición tiene que ser incorporada o expresada a través de la mente y las emociones. Así que el mundo de las energías externas se mezcla con la percepción intuitiva que proviene de lo más profundo de nosotros mismos. Entonces, la condición de nuestra mente y emociones son críticas para la correcta expresión de la intuición.
Sobre las emociones y la intuición.
Emocionalmente, debemos trabajar para ser claros, serenos, constantes. Imagina un lago como símbolo de nuestra naturaleza emocional. Si se perturba el agua, no veremos un reflejo claro de lo que está encima de ella, el símbolo “arriba” es el símbolo de la intuición. Nuestro objetivo entonces debería ser un estado de calma.
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Sobre la mente y la intuición
A menos que nuestra mente esté bien entrenada, controlada, desarrollada, enfocada, integrada con el resto de la personalidad, entonces la intuición no podrá expresarse o lo hará en una forma inadecuada o distorsionada. Entonces, paradójicamente, la mente y la integración armoniosa de la personalidad en su conjunto son cruciales para el correcto desarrollo de la intuición.