Mi interpretación de la situación es la siguiente:
- En un mundo de siete mil millones de personas, habrá muchas personas hablando todo tipo de tonterías. Pueden o no creerlo ellos mismos.
- Como lo demuestra, digamos, las ventas de los libros de Chopra, muchas personas están dispuestas a pagar una gran cantidad de dinero para escuchar algunos tipos de tonterías.
- Aquellas personas que descubran que venden sus tonterías comenzarán a distribuirlo en cantidades cada vez mayores, y refinarán la mentira para que sea lo más efectiva posible en función de la respuesta del consumidor. Esto trae no solo recompensas monetarias sino que también es muy halagador. Los vendedores ambulantes de tonterías a menudo reciben cuentas de personas cuyas vidas han cambiado, que finalmente se sienten comprendidas, o que sienten que han encontrado un aliado contra esos incomprensibles y no confiables científicos.
Entonces, por casualidad, de todos los habitantes de la Tierra, Chopra resulta ser el tipo de persona con el tipo de mierda que a la gente le gusta escuchar, y ha monetizado y refinado esta habilidad a lo largo de los años, lo que lo convierte en un Podría decirse que es carismático, pero sobre todo completamente insostenible el charlatán narcisista.