La verdadera humildad es siempre honesta.
La arrogancia disfrazada de humildad es siempre deshonesta.
Por ejemplo, si alguien cree que es mejor que sus compañeros, pero se muestra humilde debido a las restricciones sociales, eso es simplemente arrogancia disfrazada. Pero si realmente vio a sus compañeros como iguales, su humildad nunca es deshonesta.