Mi esposa tiene un amigo. Tenía una que era una querida amiga, una mujer mayor, a la que le encantaba recibir paquetes llenos de notas, recetas, todo lo que ella encontraba interesante, y cuando falleció recientemente, una amiga más joven dijo que estaría encantada de hacer la correspondencia con mi esposa.
Entonces, sí, todavía cojea.