Si usted no es naturalmente hablador, no fuerce. La gente se da cuenta de eso instintivamente. Sin embargo, eso no significa que debas aceptar tus límites. ser natural al respecto Un hombre sabio sabe cuándo mantener la boca cerrada.
- No divulgues – sé misterioso. Solo sé curioso acerca de la persona que está enfrente y pregunta. Pedir. Pregunte como si quisiera saber. La mayoría de ellos te lo informarán gustosamente si los preguntas correctamente. Sutil. Se sutil Encuentra el equilibrio entre bombardearlos con preguntas y mirarlos sin una expresión después de que te digan lo que hacen.
- Escucha – Escucha lo que no dicen. Esto no sucederá a menos que realmente estés escuchando. Te querrán por eso. No les digas, en lugar de usarlos en tu conversación.
- Si vas a ser raro, confía en ello. Se Auténtico.
- Comparte una historia. Un acertijo. Darse cuenta. Note algo acerca de ellos que otros no lo hicieron – señálelo.
- Si es un argumento, míralos a los ojos y asiente, antes de descartar su opinión.
- ¡Hazlos reír!
- Encuentra un terreno común. Empieza a hablar de ello.
- Actividades compartidas. Nada une a dos personas que una actividad compartida que ambos aman. Además, no tienes que hablar siempre.
- La última, solo asegúrate de que tu interés sea transmitido. No intentes impresionar, eso demuestra que ya estás pensando en ti mismo. Estamos tan ocupados tratando de mostrarnos tan agradables que nos faltamos el respeto a nosotros mismos, perdemos confianza u olvidamos cómo los demás perciben nuestras acciones. Estad atentos a ellos.