¿Como una mascota imaginaria? ¿O una mascota que se supone que no debes conocer (como un gato callejero detrás del garaje)?
Si es una mascota imaginaria, la acariciaría, hablaría con ella, le pondría un tazón de comida, preguntaría cómo se siente y, de lo contrario, la incluiría en la vida de mi hijo. Mi hijo de 9 años tiene un juguete para acurrucarse que él llama cachorro. Todavía duerme con el cachorro y lo lleva de viaje. A veces me da un cachorro para que me cuide o me pide que le dé un beso de buenas noches. Puede sonar extraño para algunos, pero mi hijo está muy bien adaptado y tiene muchos amigos. Él es solo una de esas personas que se apegan. Me gusta que tenga un lado sensible. Él es áspero y caer de otra manera. No veo ninguna razón para preocuparme por eso. Eventualmente superará al cachorro, pero creo que siempre tendrá una debilidad por esa cosa vieja y sucia. Se irá en su caja de memoria cuando haya terminado con él. Los niños no se quedan para siempre. Déjalo permanecer inocente e imaginativo el mayor tiempo posible.
Si es un gato callejero detrás del garaje, debe hacerle saber al niño que sabe. Involúcrese en el cuidado de la mascota si el animal necesita atención o ayuda, para que pueda animar a su hijo a ser un protector y cuidador. Pero hágale saber al niño si no puede conservarlo y ayúdele a encontrar un nuevo hogar para el animal si esa es una opción. Es un buen momento para hablar con su hijo acerca de cómo algunos animales pueden parecer desamparados pero pueden no serlo. Como los pajaritos cuya madre está buscando comida o un gato que puede cazar pero que está buscando un lugar seguro para esconderse, o una mofeta que necesita ser devuelta a la naturaleza. Siempre lloran, pero la simpatía va muy lejos. Si saben que te importa, no se enfadarán contigo para siempre.