En primer lugar, estrictamente hablando, no hay manera de ser amable con todos. Sin embargo, creo que todos podemos tratar de ser un poco más amables con todos los que nos rodean.
Y mi enfoque se basa en las cuatro oraciones a continuación, que encontré hace años.
Trata a los demás como a ti mismo: ser amable, tolerante, comprensivo y alentador.
Trata a los demás como a los demás: respetar las diferencias y ser consciente de la importancia innegable de la distancia. Permítales la dignidad que merecen.
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(Además, dado que tratar con personas con éxito siempre viene después de la reconciliación contigo mismo; supongo que las siguientes dos oraciones deberían recibir tanta atención como las anteriores).
Trátate como a ti mismo: ser discreto pero también agradable. Una vez que aprendes más sobre ti mismo, también estás un paso más cerca de la humanidad que se aplica a cada ser humano.
Trátate como a los demás: establece los mismos estándares altos que las personas suelen tener al juzgar a otros que siempre desaparecen misteriosamente cuando se trata de ellos mismos. Sé crítico y objetivo contigo mismo para que los demás no se sientan maltratados cuando se comuniquen contigo