Honestamente, es perfectamente normal que te enamores de personajes ficticios. ¿Es algo malo? No, en absoluto. Sin embargo, se vuelve insalubre si es un punto serio de fijación y no puede funcionar normalmente en la sociedad (es decir, comer, dormir, beber, bañarse, trabajar, formar relaciones normales con personas reales, etc.)
Admito que estoy muy enamorado de los personajes de anime masculino, videojuegos, películas y programas de televisión. Mientras te des cuenta de que no son reales y que no todos tienen los rasgos que exhiben estos personajes, estarás bien.