En mi oficina de consejería, una frase que no dejo que la gente se salga con la suya es “Eso no era yo”. Mi respuesta es: “Bueno, ¿quién fue?”
La ira realmente fea puede revelar que, de hecho, en el interior de cada uno de nosotros puede habitar un monstruo. No es una verdad muy halagadora, ¿verdad? Tenemos luz y oscuridad interiormente y la persona en crecimiento está muy consciente de ambos.
En lugar de negar su presencia, aduéñelo, luego determine cómo le gustaría priorizarlo. Me gusta recordarme que cada vez que siento ira en aumento, puedo elegir entre muchas respuestas. Puedo gritar y maldecir. Puedo guardar rencores. Puedo hablar mal sobre la otra persona detrás de su espalda. Puedo abordar el problema diplomáticamente. Puedo demostrar comprensión. Puedo pasar a otra cosa. ¿Quién quiero ser?
Al ver las respuestas oscuras como una opción, se le pide que acepte cómo desea priorizar la luz sobre la oscuridad. Tienes que decidir. La mayoría de las personas que actúan repetidamente fuera de lo común no han llegado a un acuerdo con la realidad de ambos lados de la personalidad y, ciertamente, no han puesto a la ira a través de la cuadrícula de elección.
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