La verdad siempre es dura y nadie la quiere.
Aparte de estos seis componentes (el ser humano está formado por 5 elementos y 6 el elemento: conciencia), existe un séptimo componente llamado el Dios inimaginable, que está más allá de estos seis componentes y es inalcanzable en su estado original. No debes descuidar a Dios ya que Él es inalcanzable. El inimaginable Dios es alcanzable ya que entra en un ser humano específico como Krishna, Shankara, etc., y se identifica con esa forma humana específica. Debes buscar esa encarnación humana, que es el Predicador del Verdadero Conocimiento. Si Dios está en todas partes en el mundo, el esfuerzo espiritual es innecesario y la salvación también pierde sentido. En tal caso, Shankara no debería haber dejado a su madre, que ya es Dios. En tal caso, Shankara no debería haber predicado nada, ya que todos ya son Dios. No hay necesidad de buscar a Dios en ningún lugar de este mundo, ya que ningún elemento en esta creación es Dios. El Veda dice esto claramente que ningún artículo creado es Dios (Neti neti …). El Veda también afirma que no puedes alcanzar al Creador, que no es creado por otro creador (akrutah …) a través de ningún elemento creado por Él (Krutena) como se dice en el Veda (Nastyakrutah krutena …). Esto significa que ninguno de estos seis componentes es Dios. Pero, Dios puede entrar en cualquier elemento creado debido a su poder inimaginable. La selección más lógica para Su entrada es el sistema de seis componentes, que es la forma humana.
La razón principal es predicar el verdadero conocimiento y aclarar todas las dudas para que el camino correcto del viaje espiritual sea muy claro. Por lo tanto, debe buscar una encarnación humana específica, que es el Predicador del camino correcto, así como la meta por sí mismo. Si el predicador también es el Dios, no habrá ningún error en identificar el camino correcto. La mayoría de los predicadores no conocen el camino correcto. Incluso si un predicador rara vez conoce el camino correcto, es suprimido o torcido en su predicación debido al egoísmo. La verdad siempre es dura y nadie la quiere. Esta es la razón por la cual la salvación es rara. El predicador siempre espera algunos beneficios mundanos de los discípulos. Tal beneficio es posible solo cuando al discípulo le gusta la predicación. Dado que a nadie le gusta la dura verdad, el predicador guarda silencio sobre la verdad, incluso si la conoce. Cuando Dios es el predicador, esa peor etapa nunca sucederá porque Dios no requiere que nadie sea donante de nada para nadie.
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