Personalmente, mi concentración en la música dependía de la manera en que escuchaba.
Yo era el oyente promedio de la música.
Durante años, solo escuchaba música para una variedad de actividades diarias.
Por ejemplo:
- ¿Ser más honesto contigo mismo te puede hacer retroceder a una versión menos desarrollada de ti mismo?
- ¿Está la sociedad arruinando la vida de las personas?
- ¿Por qué la gente odia a la princesa Bubblegum?
- ¿Cuál es la responsabilidad de las personas en relación con el medio ambiente?
- ¿Por qué los republicanos piensan que el socialismo es algo malo?
- En discotecas
- En el gimnasio / trotar / caminar
- Viajes en coche
- Transporte público
- Relajarse lejos del mundo con amigos o un compañero
A pesar de que estaba escuchando música, era, y sigo siendo, bastante tonta cuando se trata de letras.
Escuchar música nunca fue un ejercicio de concentración.
Siempre fue un escape, una forma de alejarse de las búsquedas mundanas y triviales de la vida.
A veces, es agradable tener una melodía en el sonido de tu propia vida y relajar la mente en situaciones sociales.
Cualquier oído puede apreciar una melodía.